Custodio,diputado chambón
Fernando Zapata
Pasó de ser un médico de tercera, que abultó su currículum con cursillos y diplomados, a ser un zángano como diputado local en la LIX Legislatura, y ahora quiere asaltar la Presidencia Municipal de Cunduacán.
Se trata de Francisco Javier Custodio Gómez, quien durante los dos últimos años ha vegetado en el Congreso local, pero ahora que aspira a ser alcalde está fusilando leyes e iniciativas al por mayor, para aparecer como un “representante popular” que sí trabaja por su municipio.
Custodio, mentiroso e irresponsable, ha sido uno de los legisladores más improductivos; siempre ha llegado a las sesiones a calentar la silla, a charlar mediante mensajes telefónicos, a sonreír a diestra y siniestra exhibiendo su deficiencia mental; pero a últimas fechas logró rodearse de “asesores” a quienes paga cuantiosos salarios, con cargo al Poder Legislativo.
La intención es presentar una o dos iniciativas por sesión, puros refritos de reformas legales e iniciativas que se han presentado en los Congresos de otras entidades, porque está llegando a hacer campaña política a las comunidades de Cunduacán, y cree que puede engañar a los pobladores informando que ha presentado decenas de propuestas de leyes y modificaciones a las normas que nos rigen.
Sin embargo, como es un diputado de ocurrencias, un aprendiz de político temporalero, ya nadie le cree en las comunidades de la Atenas de la Chontalpa, y sólo aceptan los medicamentos que son muestras médicas (algunos de ellos caducos) por la pobreza en que se encuentran, pero han manifestado que no le regalarán su voto a un inepto.
Ambicioso y amnésico
Lo que no se puede negar es la necedad de Custodio Gómez, quien sabe del repudio del pueblo cunduacanense hacia su persona, y cree que “comprando” gentes para reuniones política logrará su aceptación, y eso fue lo que ocurrió en días recientes al llevarle a “líderes naturales y comunitarios” al candidato a diputado federal por el Distrito III, Arquímedes Oramas Vargas. Lo que el exrector de la UPCH no supo es que fueron puros acarreados, que sólo representaron el dinero que el diputado local les pagó.
Francisco Custodio se ha olvidado ya de los discursos que le hicieron para la entrega del segundo informe del gobierno estatal, en el que reconoció que el estado vive horas decisivas y debemos “olvidar las ambiciones personales y conjuntar todos nuestros esfuerzos para caminar por una causa común: Tabasco”.
También olvidó que los oportunistas, vivales y vividores (como su desempeño ha demostrado que es él), “pueden seguir revolcándose en su lodo, ya que eso no detendrá la lucha de los tabasqueños para superar las adversidades”, entre ellas la de políticos chambones que sólo buscan los cargos públicos como botín político.
Fernando Zapata
Pasó de ser un médico de tercera, que abultó su currículum con cursillos y diplomados, a ser un zángano como diputado local en la LIX Legislatura, y ahora quiere asaltar la Presidencia Municipal de Cunduacán.
Se trata de Francisco Javier Custodio Gómez, quien durante los dos últimos años ha vegetado en el Congreso local, pero ahora que aspira a ser alcalde está fusilando leyes e iniciativas al por mayor, para aparecer como un “representante popular” que sí trabaja por su municipio.
Custodio, mentiroso e irresponsable, ha sido uno de los legisladores más improductivos; siempre ha llegado a las sesiones a calentar la silla, a charlar mediante mensajes telefónicos, a sonreír a diestra y siniestra exhibiendo su deficiencia mental; pero a últimas fechas logró rodearse de “asesores” a quienes paga cuantiosos salarios, con cargo al Poder Legislativo.
La intención es presentar una o dos iniciativas por sesión, puros refritos de reformas legales e iniciativas que se han presentado en los Congresos de otras entidades, porque está llegando a hacer campaña política a las comunidades de Cunduacán, y cree que puede engañar a los pobladores informando que ha presentado decenas de propuestas de leyes y modificaciones a las normas que nos rigen.
Sin embargo, como es un diputado de ocurrencias, un aprendiz de político temporalero, ya nadie le cree en las comunidades de la Atenas de la Chontalpa, y sólo aceptan los medicamentos que son muestras médicas (algunos de ellos caducos) por la pobreza en que se encuentran, pero han manifestado que no le regalarán su voto a un inepto.
Ambicioso y amnésico
Lo que no se puede negar es la necedad de Custodio Gómez, quien sabe del repudio del pueblo cunduacanense hacia su persona, y cree que “comprando” gentes para reuniones política logrará su aceptación, y eso fue lo que ocurrió en días recientes al llevarle a “líderes naturales y comunitarios” al candidato a diputado federal por el Distrito III, Arquímedes Oramas Vargas. Lo que el exrector de la UPCH no supo es que fueron puros acarreados, que sólo representaron el dinero que el diputado local les pagó.
Francisco Custodio se ha olvidado ya de los discursos que le hicieron para la entrega del segundo informe del gobierno estatal, en el que reconoció que el estado vive horas decisivas y debemos “olvidar las ambiciones personales y conjuntar todos nuestros esfuerzos para caminar por una causa común: Tabasco”.
También olvidó que los oportunistas, vivales y vividores (como su desempeño ha demostrado que es él), “pueden seguir revolcándose en su lodo, ya que eso no detendrá la lucha de los tabasqueños para superar las adversidades”, entre ellas la de políticos chambones que sólo buscan los cargos públicos como botín político.
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