
Putrefacción política en el PRD
De nuevo engañan a militantes, e imponen precandidatos corruptos y sinvergüenzas
Raúl Medina
Después de años de confrontar, dividir y saquear a Tabasco, a través de cargos como diputados locales, alcaldes y dirigentes sindicales, perredistas “distinguidos” que se han burlado de la base militante pretenden engañarlos y estafarlos a través de las diputaciones federales de mayoría relativa y plurinominales, las cuales fueron asignadas “en lo oscurito” por José Ramiro López Obrador, obedeciendo las instrucciones de su hermano Andrés Manuel.
Esta repartición de candidaturas a las curules federales no es más que un pago de facturas que hacen quienes presumían de ser demócratas, como lo demuestra la lista de precandidatos que el PRD registró ante el Instituto Federal Electoral, pese a que habían jurado y perjurado que la militancia decidiría, y sería hasta la realización del Consejo Estatal cuando se definirían estas posiciones.
Sólo fue una mentira más, porque Freddy Martínez Colomé y Patricio Moguel Pérez fueron apuntados para el primer distrito electoral federal; Óscar Ferrer Ábalos y Roberto Romero del Valle, para el segundo; César Francisco Burelo Burelo y Carlos Enrique Sánchez Carbot, para el tercero; en el cuarto aparecen Williams A. Madrigal Vera, Juan José Peralta Fócil y Adán Augusto López Hernández.
Como precandidato al quinto distrito aparece solo –hasta el momento- “el francesito” Marco Rosendo Medina Filigrana; por el sexto se anotaron Roberto Carrera Guzmán, Rubén Ascencio Wade, Silvia Guzmán Agustín y Andrés Cáceres Álvarez; en tanto, para la plurinominal ya está asegurado Lázaro Méndez López.
Historial de traiciones y engaños
Todos y cada uno de ellos tienen su pasado, su historia de corrupción, y los siguientes son sólo algunos de sus datos básicos.
Fredy Martínez Colomé (en la relación del IFE aparece como “Cocome”), actual alcalde de Macuspana, tiene entre sus logros políticos haber sido cargamaletas y tapa puertas de José Ramiro López Obrador, además de copartícipe y encubridor del millonario fraude con el proyecto viviendístico “Macuspana Siglo 21”, que constituye una burla para el empobrecido pueblo tumbapato.
En su administración, no hay alguna obra que merezca mención porque se ha dedicado a derrochar y desviar el presupuesto público para destinarlos a la “lucha” del “gobierno legítimo” de López Obrador, aunque el municipio siga hundiéndose en la miseria y la marginación.
Patricio Moguel Pérez (el IFE lo registra como Miguel), su adversario por este cargo, fue investigado en noviembre del 2005 por el Congreso del Estado, debido a que financió con el erario municipal la campaña presidencial de Andrés Manuel, entregando millonarios recursos al periódico del PRD, La Verdad del Sureste, los cuales facturó bajo el concepto de “publicaciones diversas”, cuando lo único que publicaban era “Llame a AMLO al 01900 848”.
Óscar Ferrer Ábalos, como edil de Huimanguillo ha hecho algo similar durante los últimos dos años y dos meses: entregar las arcas municipales al “Mesías” del perredismo tabasqueño y sus secuaces, como en su momento lo hizo también (aunque éste como intermediario, desde la Secretaría General del PRD estatal y el Ayuntamiento de Cárdenas) Roberto Romero del Valle.
Peculado y asociación delictuosa
César Burelo, aparte de estar implicado en la misma investigación que Patricio Moguel, como alcalde de Cunduacán enfrentó –en agosto del 2006- denuncias por peculado, ejercicio indebido del servicio público y asociación delictuosa, que fueron comprobados por los habitantes de la Atenas de la Chontalpa, entre otras cosas al demostrar que las obras que en su segundo informe dio como concluidas eran inexistentes, y el dinero fue a parar a sus bolsillos.
´Su adversario por la curul, Carlos Enrique Sánchez Carbot, no merece mayor mención por ser un aventurero y oportunista político, que anda buscando ver qué cargo le cae en sus manos, sin importar el partido que lo postule.
Algo similar sucede con Williams Madrigal, a quien sólo en su casa lo conocen, pero aún así pretende disputar la postulación por el distrito cuatro a Juan José Peralta Fócil, incondicional de Raúl Ojeda Zubieta y con vasta experiencia en el robo de dineros públicos, como lo demostró en su periodo de secretario de Programación y Presupuesto, cuando todavía era priísta.
En este caso, el haber apuntado a Adán Augusto para la misma curul es mero formalismo, porque le tienen reservada una diputación plurinominal. De igual forma, a Marco Rosendo le aseguraron la candidatura al quinto distrito, como pago a los servicios que dio como vocero y secretario del Ayuntamiento de José Ramiro López Obrador, en Macuspana, director de La Verdad del Sureste, y ahora como vocero de “Pepín” en el Comité Estatal del sol azteca.
Influyentismo e incompetencia
Respecto al sexto distrito, no hay a cual irle, porque Roberto Carrera, dirigente de la Asociación (de membrete) de Profesionistas Liberales de Tabasco, y acendrado pinosuarista, nada tiene que ofrecer a los perredistas o a los tabasqueños. Rubén Ascensio Wade demostró su rapacidad con el dinero público, cuando fue edil de Tacotalpa.
Agustín Silva Vidal, ex dirigente de la Agrupación Política José María Pino Suárez, presume contar con el apoyo de Arturo Núñez Jiménez, porque no tiene más capital político, y Andrés Cáceres, secretario general de la Sección 22 del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), se ufana de que ganará la elección interna con el voto de los telefonistas y trabajadores del sector salud, quienes lo repudian.
En el caso de Lázaro Méndez, éste es un personaje de gris trayectoria, quien se sacó la lotería al suplir, a partir de mayo del 2002, a Auldárico Hernández Jerónimo como diputado federal en la LVIII Legislatura del Congreso de la Unión, y fue así como logró colarse como diputado local de la 58 Legislatura local, por el distrito XIX de Cárdenas.
Tan incompetente fue como legislador, porque ningún beneficio aportó a su municipio, que quienes se acuerdan de él es por su soberbia (se le subieron las heces a donde debía tener el cerebro, dicen), no por algún beneficio para sus conciudadanos.
Así las cosas, se comprueba que las declaraciones de que se harían encuestas, sondeos y análisis para postular candidatos, que se respetaría a la militancia, fue sólo una falacia más de los Andrés-manuelistas, puesto que los nombres los impuso el “rayito de esperanza”, la familia de quien se autodenominaba demócrata: Andrés Manuel López Obrador, a través de su caterva de incondicionales en el estado.