precandidatos del PRI
Son unos “apestados sociales” por haberle fallado al pueblo y practicar la ‘política del chango’. Sin precampaña, con un largo historial de traiciones y corrupción, avanzan hacia la derrota.
Francisco Zenteno
En Tabasco, el Partido Revolucionario Institucional y sus candidatos a diputados federales por los seis distritos, se encuentran a la deriva; por oportunistas, traidores y corruptos, son vistos por la sociedad como unos leprosos y apestados, y por ello es inminente su derrota en las urnas en las votaciones del próximo 5 de julio.
Sin embargo, esto no les importa a los abanderados del tricolor, quienes inconformes porque el IFE sólo les autorizó como gastos de precampaña 214 mil 628.04 pesos, decidieron no hacer proselitismo entre los delegados de su distrito para ser ratificados como candidatos (cargo que en los hechos ya tienen), sino “ahorrarse” ese dinero para sus gastos personales.
De tal manera, al estar desacreditados y desgastados ante el pueblo de Tabasco, la oposición panista y perredista se apresta a dejarlos nuevamente sin curules de mayoría relativa en la Cámara baja del Congreso de la Unión, eligiendo abanderados de la sociedad civil o con presencia política y trayectoria menos deshonesta que los tricolores.
Candidatos chafas y abusivos
Estos cartuchos quemados priístas son José Antonio Aysa Bernat, María Estela de la Fuente Dagdug, Arquímedes Oramas Vargas, Amalín Yabur Elías, Nicolás Bellizia Aboaf y Pilar Córdova Hernández, quienes van como precandidatos a los distritos I al VI, respectivamente. ¿Sus antecedentes? Ahí les van:
Entre esta gente que no ha dado resultados en los cargos que ha desempeñado, se encuentra Aysa Bernat, de gris recuerdo como dirigente estatal del PRI, ya que durante su periodo el otrora partidazo se convirtió en un elefante blanco, una pista de aterrizaje de aviadores e incondicionales de este anodino ex dirigente.
Si de antecedentes de corrupción y despotismo vamos a hablar, qué mejor caso que el de la “Chela” de la Fuente, a quien poco le valió el dolor de las familias tabasqueñas que habían perdido todo en la inundación del 2007, y se dedicó a acaparar despensas, colchones y todo tipo de productos que organizaciones y gobiernos mandaron para los damnificados.
Toda esa ayuda, la repartió luego en una descarada campaña en busca de la nominación tricolor, la cual a final de cuentas obtuvo; previamente, había desviado presupuesto de la Dirección de Atención Ciudadana, para tener un “colchoncito” con el cual comprar conciencias, y por supuesto la candidatura.
Desviados sexuales y népotas
Otro que no canta mal las rancheras es Arquímedes Oramas Vargas, sujeto carente de dignidad, ética y moral, quien dejó sin recursos a la Universidad Popular de la Chontalpa, además de que durante su rectorado era un secreto a voces su práctica de hostigamiento sexual no sólo a jovencitas, sino también a varones.
A Arquímedes le valió una pura y dos con sal la deficiente calidad de los programas de estudios, la pésima preparación de los estudiantes y carencias en esa institución, puesto que él estaba bien económicamente al manejar a su antojo los recursos oficiales que para esos rubros se destinaban.
De Amalín Yabur podemos decir que como precandidata a diputada por el Distrito IV, es sólo buena cocinera; la ineptitud, ineficiencia y deficiencia han sido su sello personal; como dirigente estatal de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) fue una “vaca echada” cuya apatía estuvo a punto de desintegrar ese gremio.
Como diputada federal no mejoró esa imagen y desempeño, porque se dedicó a cobrar su dieta y a realizar turismo legislativo, al tiempo que utilizó el tráfico de influencias para aumentar su fortuna.
Ya en la actual legislatura local, se dedicó a expandir sus negocios de cocina en lugar de ponerse a legislar, a defender los intereses de los tabasqueños, porque esto último no le reditúa ganancias económicas. Incluso, colocó a una serie de “asesores”, conocidos como aviadores, en la nómina del Congreso local, entre ellos hasta a su nieta, quien cobraba por llegar a hacer sus tareas a su cubículo, y ahora ya ni eso hace.
Oportunistas y mafiosos
Los otros dos candidatos, por el V y VI Distritos, también tienen su historia: Nicolás Bellizia saltó a la palestra política como alcalde de Centla tras la compra de la candidatura, con turbias negociaciones que durante los dos primeros años de su gobierno pagó con el erario municipal.
Por eso es que al final “desaparecieron” ocho millones de pesos asignados por la SCT a las obras de las escolleras; a ello se debe sumar el desvío de recursos públicos mediante una nómina fantasma, entre otras corruptelas.
Y de Pilar Córdova su trayectoria de mafioso habla por sí sola, puesto que llegó a la dirigencia de la Sección 44 del Sindicato Petrolero para encubrir el saqueo que hizo su antecesor, a quien emuló y superó en cuanto a su voracidad y corrupción.
Así también, utilizando el dinero de los trabajadores petroleros y la cuota de poder de ese gremio, logró colarse como diputado local plurinominal, donde su única labor fue llenar de golpeadores las sesiones y eventos en el Congreso del Estado, porque ni siquiera sabe hablar en tribuna, mucho menos escribir una iniciativa o presentar un punto de acuerdo. Entonces, ¿cómo piensa desempeñarse al ser diputado federal?
¿Y las precampañas?
Como podemos ver, los virtuales candidatos priístas a una curul en el Congreso federal quieren ganar gracias al bono y presencia política del Ejecutivo estatal, y están prestos para las viejas prácticas de corporativismo, clientelismo político y compra del voto, pero esta vez no se les va a hacer porque el tricolor llega dividido a la elección, no eligió como abanderado a gente comprometida con la ciudadanía, con experiencia y responsabilidad.
Si no fuera así, entonces ¿dónde están los precandidatos tricolores?, ¿entre quienes están haciendo precampaña si ya son los “buenos” para esas curules, y que la Convención Nacional es una farsa?, ¿porqué nadie los quiere ni los reconoce?
Ah, y no han tomado en cuenta la campaña de voto diferenciado y de castigo que Pedro Gutiérrez Gutiérrez, Víctor Manuel Barceló Rodríguez y su grupo están realizando entre los delegados de zonas rurales y urbanas, por haber sido excluidos como aspirantes a los Distritos IV y VI, respectivamente.
Además que todavía está en proceso la denuncia por violación de derechos como militantes presentada por ambos, la cual es obvio llegará ante la Comisión de Justicia Partidaria del PRI y el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Y aún así aseguran que obtendrán el “carro completo”, peeero para caer en el abismo del ostracismo político.
Son unos “apestados sociales” por haberle fallado al pueblo y practicar la ‘política del chango’. Sin precampaña, con un largo historial de traiciones y corrupción, avanzan hacia la derrota.
Francisco Zenteno
En Tabasco, el Partido Revolucionario Institucional y sus candidatos a diputados federales por los seis distritos, se encuentran a la deriva; por oportunistas, traidores y corruptos, son vistos por la sociedad como unos leprosos y apestados, y por ello es inminente su derrota en las urnas en las votaciones del próximo 5 de julio.
Sin embargo, esto no les importa a los abanderados del tricolor, quienes inconformes porque el IFE sólo les autorizó como gastos de precampaña 214 mil 628.04 pesos, decidieron no hacer proselitismo entre los delegados de su distrito para ser ratificados como candidatos (cargo que en los hechos ya tienen), sino “ahorrarse” ese dinero para sus gastos personales.
De tal manera, al estar desacreditados y desgastados ante el pueblo de Tabasco, la oposición panista y perredista se apresta a dejarlos nuevamente sin curules de mayoría relativa en la Cámara baja del Congreso de la Unión, eligiendo abanderados de la sociedad civil o con presencia política y trayectoria menos deshonesta que los tricolores.
Candidatos chafas y abusivos
Estos cartuchos quemados priístas son José Antonio Aysa Bernat, María Estela de la Fuente Dagdug, Arquímedes Oramas Vargas, Amalín Yabur Elías, Nicolás Bellizia Aboaf y Pilar Córdova Hernández, quienes van como precandidatos a los distritos I al VI, respectivamente. ¿Sus antecedentes? Ahí les van:
Entre esta gente que no ha dado resultados en los cargos que ha desempeñado, se encuentra Aysa Bernat, de gris recuerdo como dirigente estatal del PRI, ya que durante su periodo el otrora partidazo se convirtió en un elefante blanco, una pista de aterrizaje de aviadores e incondicionales de este anodino ex dirigente.
Si de antecedentes de corrupción y despotismo vamos a hablar, qué mejor caso que el de la “Chela” de la Fuente, a quien poco le valió el dolor de las familias tabasqueñas que habían perdido todo en la inundación del 2007, y se dedicó a acaparar despensas, colchones y todo tipo de productos que organizaciones y gobiernos mandaron para los damnificados.
Toda esa ayuda, la repartió luego en una descarada campaña en busca de la nominación tricolor, la cual a final de cuentas obtuvo; previamente, había desviado presupuesto de la Dirección de Atención Ciudadana, para tener un “colchoncito” con el cual comprar conciencias, y por supuesto la candidatura.
Desviados sexuales y népotas
Otro que no canta mal las rancheras es Arquímedes Oramas Vargas, sujeto carente de dignidad, ética y moral, quien dejó sin recursos a la Universidad Popular de la Chontalpa, además de que durante su rectorado era un secreto a voces su práctica de hostigamiento sexual no sólo a jovencitas, sino también a varones.
A Arquímedes le valió una pura y dos con sal la deficiente calidad de los programas de estudios, la pésima preparación de los estudiantes y carencias en esa institución, puesto que él estaba bien económicamente al manejar a su antojo los recursos oficiales que para esos rubros se destinaban.
De Amalín Yabur podemos decir que como precandidata a diputada por el Distrito IV, es sólo buena cocinera; la ineptitud, ineficiencia y deficiencia han sido su sello personal; como dirigente estatal de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) fue una “vaca echada” cuya apatía estuvo a punto de desintegrar ese gremio.
Como diputada federal no mejoró esa imagen y desempeño, porque se dedicó a cobrar su dieta y a realizar turismo legislativo, al tiempo que utilizó el tráfico de influencias para aumentar su fortuna.
Ya en la actual legislatura local, se dedicó a expandir sus negocios de cocina en lugar de ponerse a legislar, a defender los intereses de los tabasqueños, porque esto último no le reditúa ganancias económicas. Incluso, colocó a una serie de “asesores”, conocidos como aviadores, en la nómina del Congreso local, entre ellos hasta a su nieta, quien cobraba por llegar a hacer sus tareas a su cubículo, y ahora ya ni eso hace.
Oportunistas y mafiosos
Los otros dos candidatos, por el V y VI Distritos, también tienen su historia: Nicolás Bellizia saltó a la palestra política como alcalde de Centla tras la compra de la candidatura, con turbias negociaciones que durante los dos primeros años de su gobierno pagó con el erario municipal.
Por eso es que al final “desaparecieron” ocho millones de pesos asignados por la SCT a las obras de las escolleras; a ello se debe sumar el desvío de recursos públicos mediante una nómina fantasma, entre otras corruptelas.
Y de Pilar Córdova su trayectoria de mafioso habla por sí sola, puesto que llegó a la dirigencia de la Sección 44 del Sindicato Petrolero para encubrir el saqueo que hizo su antecesor, a quien emuló y superó en cuanto a su voracidad y corrupción.
Así también, utilizando el dinero de los trabajadores petroleros y la cuota de poder de ese gremio, logró colarse como diputado local plurinominal, donde su única labor fue llenar de golpeadores las sesiones y eventos en el Congreso del Estado, porque ni siquiera sabe hablar en tribuna, mucho menos escribir una iniciativa o presentar un punto de acuerdo. Entonces, ¿cómo piensa desempeñarse al ser diputado federal?
¿Y las precampañas?
Como podemos ver, los virtuales candidatos priístas a una curul en el Congreso federal quieren ganar gracias al bono y presencia política del Ejecutivo estatal, y están prestos para las viejas prácticas de corporativismo, clientelismo político y compra del voto, pero esta vez no se les va a hacer porque el tricolor llega dividido a la elección, no eligió como abanderado a gente comprometida con la ciudadanía, con experiencia y responsabilidad.
Si no fuera así, entonces ¿dónde están los precandidatos tricolores?, ¿entre quienes están haciendo precampaña si ya son los “buenos” para esas curules, y que la Convención Nacional es una farsa?, ¿porqué nadie los quiere ni los reconoce?
Ah, y no han tomado en cuenta la campaña de voto diferenciado y de castigo que Pedro Gutiérrez Gutiérrez, Víctor Manuel Barceló Rodríguez y su grupo están realizando entre los delegados de zonas rurales y urbanas, por haber sido excluidos como aspirantes a los Distritos IV y VI, respectivamente.
Además que todavía está en proceso la denuncia por violación de derechos como militantes presentada por ambos, la cual es obvio llegará ante la Comisión de Justicia Partidaria del PRI y el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Y aún así aseguran que obtendrán el “carro completo”, peeero para caer en el abismo del ostracismo político.
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