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Es un burgués disfrazado
AMLO, dictadorzuelo de tercera
En su ocaso político y mental, se cree dueño de candidaturas políticas y vidas


La ezquizofrenia, delirio de persecuciones, así como el mesianismo de Andrés Manuel López Obrador, han tocado fondo; sus actitudes dictatoriales acusan ya una demencia senil adelantada, un descontrol total de aquel po­lítico que fue el guía moral del perredismo (hay quienes decían de la democracia) tabasqueño, de quien se autoeri­gió como el presidente legítimo de nuestro país.
Su ocaso está marcado por las actuales elecciones fe­derales, donde quedó demostrado que AMLO el “rayito de esperanza” ya perdió piso; primero, porque perdió el control de la dirigencia nacional del PRD con la derrota de Alejandro Encinas, y con ello las millonarias subven­ciones a su “presidencia patito” y su equipo fantasma de gobierno.
Segundo, al no poder colocar a todos sus candidatos a diputados federales y jefes delegacionales (en el Distrito Federal), lo cual le hizo manipular la figura del Frente Am­plio Progresista, con la que el Partido de la Revolución Democrática tenía alianza, para colocar abanderados y postular incondicionales al Congreso de la Unión.
Donde no tuvo problemas, fue en Tabasco, donde hizo y deshizo con los candidatos, y el único obstáculo fue la alianza con los Cantón Zetina, debido a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le “tiró” la candidatura de Óscar, pero pudo colocar a su maestro de primaria, Rodolfo Lara Lagunes.
Con lo que no contó es que el TEPJF le asestara un duro golpe en la Delegación Iztapalapa, en el Distrito Federal, al desconocer la candidatura de Clara Brugada a jefa dele­gacional, obligando al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del sol azteca a inscribir a Silvia Oliva, ya que la dirigencia perredista defeña se había negado a apuntar el relevo pese al dictamen del tribunal.
Aceleraron su delirio
Esto disparó el “movimiento delirante” que ahora enca­beza Andrés Manuel, quien desconoció la autoridad de la dirigencia nacional del PRD y, dominado por su ira y me­sianismo, pidió votar en esa Delegación por el Partido del Trabajo, a cuyo candidato Rafael Acosta (conocido como Juanito), le obligó a prometer en un evento público que (tras ganar las elecciones) renunciaría para entregar el car­go a Brugada.
Es más, exhibió al Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, al anunciar que le ordenaría a éste colo­cará a su “Clarita” como jefa delegacional de Iztapalapa, lo cual detonó una ira nacional no sólo de los dirigentes del PRD, que lo llamó traidor y anunció que pasadas las elec­ciones lo expulsará de sus filas, sino de todos los partidos, dirigentes y liderazgos políticos.
Esto porque dejó ver como un pelele a Ebrard, ridiculizó a Jesús Ortega Martínez, presidente del CEN y se ungió como un tirano, un dictador que se cree puede imponer o quitar candidatos a su voluntad, ahora sí demostrando que su mesianismo es un verdadero peligro para México y Tabasco, según lo reconocen los propios perredistas, tanto las estructuras partidistas como los liderazgos y militantes. Y ni modo de defender lo indefendible.
“Está quesísimo”
Aquí vale rescatar algunas citas de Gonzalo Fócil Pérez, que aunque corrupto y mocho tiene buenos asesores, quie­nes les escribieron unas líneas que mandó a Telerreportaje, donde mediante una carta calificó al ex peje de gobierno defeño de creador de peleles (Felipe Calderón queda apar­te), de mejor titiritero que Carlos Salinas de Gortari, de “quesísimo” y soberbio.
Qué bueno que no voté por él, que lo hicimos (mediante el fraude electoral) perder la Presidencia de la República en el 2006, porque salvamos a México de un dictadorzuelo de quinta, autoritario e intolerante, expresó el ex delegado de Economía quien tiene vicios similares al de AMLO, como el de nepotismo.
También cita que “El Mesías Obrador” además de conver­tir en su tiempo al DF en “pejelandia”, ahora la ha vuelto “pelelelandia” porque manipula a Marcelo Ebrard, situa­ción que se complementa (agregamos nosotros) con Felipe Calderón, que es un inútil cuyo gobierno nos tiene a la ma­yoría de los mexicanos hundidos en la pobreza, mientras una “casta divina” de empresarios y ultraderechistas están enquistados en el poder, hundiendo a nuestro país.
Pero volviendo a parásitos de la política, estos del PRD y no panistas ni priístas, creemos necesario recordar algu­nas interrogantes acertadas de Jorge Fernández Meléndez como columnista de Excélsior: ¿De qué vive Andrés Ma­nuel, quién lo mantiene, cómo mantiene sus cuatro casas, con qué dinero pagó su condominio horizontal de lujo, su rancho en Macuspana?
¿Quién lomantiene?
Ahora que está peleado con el CEN del PRD, ¿cómo le va a hacer si no va a recibir su “suel­do” de 60 mil pesos mensuales que le entrega­ban como “presidente legítimo”, cómo pagará la escuela de lujo de sus hijos, los gastos de las camionetas en que se transporta?
¿Quién lo mantiene?, ¿Paga impuestos? Si se considera a sí mismo presidente legítimo, ¿hay algún mecanismo de transparencia que permita acceder a esos datos y verificar si son ciertos como ocurre con cualquier otro funciona­rio público federal?
El problema es que a cualquier periodista que le cuestione en ese sentido, enseguida lo arremete de forma verbal, calificándolo de gobiernista, vendido, corrup­to y otros adjetivos, y sus guaruras (esos que afirma no tener) se encargan de codearlo y desplazarlo a uno, como ocurrió en su más reciente visita a Tabasco, para reunirse con los dirigentes de la Cámara Nacional de Comercio, en Ma­lecón y Gregorio Méndez.
De tal manera, Andrés Manuel se quiere erigir en in­quisidor de muchos otros, a quienes acusa, descalifica, se burla y se queja cuando lo cuestionan, pese a que se ha demostrado que es un cínico doble cara, de doble discurso, porque mientras pide a los habitantes de miserables co­munidades no pagar la luz, aunque les corten el servicio eléctrico.
Pillo y sinvergüenza
Pero eso sí, López Obrador vive en “La Toscana”, dentro de Bosques de Las Lomas, el lugar más caro de ese frac­cionamiento según nos confirmaron unos paisanos que allá radican. Por esa impresionante mansión, Andrés Manuel, pagó más de 20 millones de dólares, porque incluye obra, alberca, cancha de tenis, jardines, mobiliario minimalista y otras excentricidades.
En esa millonaria “chocita”, AMLO vive con su nueva mujer, de origen venezolano, y el hijo de ambos; cuentan con un equipo de seguridad impresionante y nadie puede siquiera acercarse a la banqueta, a menos que sea invita­do.
Qué acaso no le da vergüenza simular que está defen­diendo a los pobres y vivir como millonario, será que las dirigencias nacional, estatal y liderazgos reales del perredismo no saben esta situación, o es que se es­tán haciendo patos, o le temen caer de la gracia del Mesías. Sea cual fuere la respuesta, es que Andrés Manuel está más allá de todo bien y todo mal, está enfermo, desqui­ciado, y por lo mismo ya no debe estar haciendo el ridículo en po­lítica, y eso lo deben entender sus “aliados” en política.
 

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No. 142
S
egunda Quincena de Junio de 2009
Año Nueve
Villahermosa, Tabasco.

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