
Editorial
A debate, la refinería
A debate, la refinería
La cordura y la razón, así como el reclamo justo de Tabasco, prevalecieron en la decisión del presidente Felipe Calderón Hinojosa, para posponer la definición de la entidad donde se ubicará la nueva refinería de Petróleos Mexicanos, así como para ordenar a la Secretaría de Energía un debate abierto para definir, a más tardar el 15 de abril, la sede definitiva de este complejo.
Desde el inicio de esta puja, el gobernador Andrés Granier Melo impulsó a Tabasco para competir contra las propuestas de Campeche, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tamaulipas, Tlaxcala, Hidalgo y Michoacán; la lista se fue depurando, y durante las últimas semanas se ha comprobado que las tierras tabasqueñas ofrecen las mejores ventajas y condiciones para albergarla.
De tal manera que, si se va a respetar el compromiso presidencial de que la nueva refinería de PEMEX se construirá en el lugarque más convenga al desarrollo de la industria petrolera nacional, y que la decisión al respecto obedecerá a criterios técnicos, económicos y no políticos, podemos estar seguros que Tabasco será la sede.
Y es que no puede ser de otra manera, porque la edificación de este complejo petroquímico es una decisión que implica montos significativos e históricos de inversión, recursos que no pueden ser dilapidados en perjuicio del desarrollo nacional.
Afortunadamente, desde el inicio de su lucha ante las autoridades federales Granier Melo no estuvo solo, contó el respaldo de la mayoría de su pueblo, al cual se fueron sumando sectores, organizaciones, gremios y partidos políticos, quienes reconocieron que no había pretensiones políticas o partidistas al encabezar un reclamo justo para nuestro estado.
De tal manera, el titular del Ejecutivo demostró una vez más su congruencia, convicción y compromiso con el mandato, con la responsabilidad adquirida al llegar al Palacio de Gobierno, y fue por eso su insistencia al director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, para que acudiera a nuestra tierra a verificar que cumplimos todos los requerimientos técnicos, humanos, de comunicaciones, estabilidad e inversiones, para ser sede del complejo petroquímico planeado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
En ningún momento ha faltado esfuerzo, tesón, gestoría y carácter por parte de nuestro gobierno o de los tabasqueños; hemos reclamado en base a derecho, a justicia, lo que nos corresponde históricamente, pero tampoco es recomendable caer en rebeldía, en comenzar una campaña de ataques contra el gobierno federal para obligarlo a favorecernos con su decisión.
Si a final de cuentas no se asigna a esta región la refinería, seguramente habrá de por medio motivaciones políticas que (sólo para ellos –y la historia los juzgará- son justificables), y en el pecado llevarán la penitencia.
Pero si al fin se nos hace justicia a la aportación que hemos hecho a la riqueza nacional, por supuesto que el ahorro para PEMEX, y por ende para el erario nacional, será inmenso, además que se detonará el desarrollo de la región sur sureste del país, el cual ha estado en el olvido por parte de las administraciones federales.
En el primer caso, es de prever que quienes desde el inicio se pusieron a atacar al gobierno estatal, iniciaron campañas de desprestigio, trataron de crear un clima de inestabilidad y confrontación, iniciarán una nueva arremetida y tratarán de culpar a la administración en turno de que esto no se lograra, cuando si alguien más que el gobierno federal fue el responsable fueron ellos.